Al día de hoy la ribera de este río es muy concurrida por turistas que vienen a bañarse y practicar la pesca deportiva en el marco de colores muy intensos. La cuenca del río es absolutamente verde, similar a cualquier paisaje del sur de Chile.
Además tiene una vegetación prominente coronada por una maravillosa flora y árboles nativos. Predomina el peumo, coihues y muchos robles dando un verdadero toque de montaña.
Esto da la oportunidad para distintas actividades turísticas como viajes en bicicleta para acceder a las zonas más aisladas y profundas. Aunque este recorrido idílico también puede hacerlo en vehículo o bien en caminatas.
Pero sin duda que el atractivo mayor es el puente de madera colgante Rucúe. Es una construcción antigua que está a más de 80 metros de altura. Bajo él hay pozones de 4 metros de profundidad y cuya agua cristalina permite ver hasta la última piedra del fondo. Nadar allí es una experiencia inolvidable.
Por el puente se puede transitar solamente a pie siendo un lugar ideal para la fotografía, la contemplación de la naturaleza y los valles cerrados que le dan una perspectiva única al río Rucúe.
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